Después de perder a un ser querido, el sistema inmunológico del organismo queda debilitado, por lo que muchas personas pueden ser vulnerables a enfermedades.
Después de perder a un ser querido, el sistema inmunológico del organismo queda debilitado, por lo que muchas personas pueden ser vulnerables a enfermedades.
Sandra Lozano
enero 30, 2025
Tras un duelo las personas pueden desarrollar diferentes malestares, no solo mentales sino también físicos ya que la mente y las emociones también deja una huella profunda en nuestro cuerpo. Cuando atravesamos una pérdida, nuestras emociones pueden desencadenar reacciones físicas que, si no las atendemos, podrían afectar nuestra salud de manera considerable, ya que lo que no se habla no se sana.
El duelo activa una respuesta de estrés en el cuerpo. La tristeza, el miedo o la ansiedad prolongados pueden generar algunas afectaciones en nuestra salud física:

El duelo no se "queda" en la mente. Emociones como el dolor, la tristeza o la culpa tienen una conexión directa con nuestra salud física. Además, los cambios en el apetito, la falta de motivación y la tendencia al aislamiento pueden afectar aún más el bienestar físico.
Somatizar es la forma en que nuestro cuerpo expresa lo que a veces no podemos verbalizar o procesar emocionalmente. Durante el duelo, las emociones pueden volverse abrumadoras. Si no encontramos una vía adecuada para manejarlas podrían convertirse en malestares físicos.
Aunque somatizar puede ser una experiencia incómoda, también es una invitación a reconectar contigo mismo. Escuchar a tu cuerpo y atender tanto tus necesidades físicas como emocionales puede transformar el duelo en un proceso de sanación integral.
Recuerda que cada pérdida trae consigo un desafío, pero también una oportunidad para aprender, crecer y cuidarte desde un lugar más consciente y compasivo.