No olvides que el 14 de febrero no se limita a celebrar el amor romántico, sino que también se celebra la amistad, con el intercambio de tarjetas y dulces.
No olvides que el 14 de febrero no se limita a celebrar el amor romántico, sino que también se celebra la amistad, con el intercambio de tarjetas y dulces.
Sandra Lozano
febrero 14, 2025
El Día de San Valentín puede ser un momento difícil cuando estás atravesando una ruptura amorosa. Las redes sociales, los lugares decorados y la atmósfera de romanticismo pueden intensificar el sentimiento de pérdida y soledad. Desde una perspectiva tanatológica, una ruptura de pareja representa un duelo, y como cualquier otro duelo, requiere tiempo, paciencia y amor propio para sanar.
Perder una relación no solo implica la ausencia de la otra persona, sino también el duelo por los planes compartidos, la rutina y el vínculo emocional. Es normal experimentar diferentes emociones: tristeza, enojo, nostalgia o incluso alivio. Cada persona vive su proceso de manera única, y no hay tiempos definidos para “superarlo”.
Permítete sentir sin juzgarte: No trates de reprimir tus emociones, validar lo que sientes es el primer paso para sanar.
Redirige el amor hacia ti: El amor no solo es de pareja, también es propio, así que usa este día para hacer algo que te haga sentir bien: un spa en casa, ver una película que disfrutes, salir a caminar o salir con una amiga o amigo
Regula tu consumo de redes sociales: Ver demostraciones de amor en redes puede hacerte sentir más vulnerable. Si es necesario, date un respiro digital.
Rodéate de personas que te apoyen: Celebra el amor en todas sus formas, has una reunión con amigos o familia puede recordarte que no estás solo(a)
Escribe una carta de despedida: No para enviarla, sino para liberar lo que sientes, expresar en palabras lo que viviste y lo que dejas ir es un ejercicio de sanación.
Sanar una ruptura no significa olvidar, sino integrar lo vivido y aprender de ello. Este 14 de febrero puede ser un recordatorio de que el amor propio es el pilar de cualquier relación futura. Permítete vivir tu proceso con paciencia y compasión. Recuerda: el duelo no es el fin, sino el inicio de una nueva etapa.
Si sientes que esta situación te rebasa, con gusto puedo acompañarte en este proceso y juntos podremos resignificar el dolor. Solo da click aquí para agendar una sesión presencial o en línea.