Tu valor no es tu empleo. Descubre las 5 claves para superar el duelo laboral y transformar la crisis en una oportunidad.
Tu valor no es tu empleo. Descubre las 5 claves para superar el duelo laboral y transformar la crisis en una oportunidad.
Azucena Uribe
noviembre 5, 2025
Perder un trabajo es una de las experiencias más desestabilizadoras de la vida adulta. No se trata solo de la pérdida de un ingreso, sino de la fractura de pilares fundamentales: la identidad profesional, la rutina diaria, la seguridad económica y, a menudo, la red social.
Desde la perspectiva de la Tanatología, la pérdida de empleo es, sin duda, es un evento que dispara un proceso de duelo. Es natural experimentar las mismas etapas que ante cualquier pérdida significativa: negación, ira, negociación, depresión y, finalmente, aceptación. No abordar este proceso emocional puede tener un impacto devastador no solo en tu salud mental (desencadenando ansiedad y depresión), sino también en tu salud física (somatizaciones, insomnio, etc.).
Este desafío es una realidad que toca a muchos hogares. De acuerdo a datos recientes del INEGI, la tasa de desocupación en México se ha ubicado alrededor del 3.0% (datos de septiembre de 2025), lo que nos recuerda que esta es una crisis que, aunque se sienta personal, es compartida. Si te encuentras en esta situación, queremos recordarte: tu valor no está determinado por tu puesto de trabajo.

El estrés y el duelo por la pérdida de empleo se manifiestan tanto en el cuerpo como en la mente. Es crucial reconocer estas señales para poder tratarlas:
| Manifestaciones Emocionales y Mentales | Pensamientos y Creencias Negativas |
| Ansiedad e Ira: Sentimientos de injusticia, resentimiento hacia el antiguo empleador o la situación. Preocupación constante por el futuro. | "No sirvo para nada." |
| Aislamiento Social: Retirarse de amigos y familiares por vergüenza o porque sientes que "no tienes nada que ofrecer." | "Mi familia va a pensar que soy un fracaso." |
| Depresión y Desesperanza: Tristeza profunda, falta de motivación, y dificultad para concentrarse en la búsqueda de empleo. | "Nunca voy a encontrar un trabajo tan bueno como el que perdí." |
| Somatización: Dolores de cabeza, tensión muscular, problemas digestivos o insomnio, todo ello producto del estrés crónico. | "Debí haber hecho algo diferente. Fue mi culpa." |
| Irritabilidad: Estar constantemente a la defensiva o discutir fácilmente con tu pareja o hijos. | "Ya es muy tarde para cambiar de carrera o empezar de nuevo." |
El desempleo puede sentirse como un agujero negro, pero tienes el poder de gestionar tus reacciones. Aquí tienes cinco manera de detener los pensamientos negativos, con enfoque tanatológico y psicológico, para retomar el control:
1. Permítete el Duelo, Fija un Límite al Dolor
Aceptación: Reconoce que la pérdida de un trabajo es una pérdida legítima y date permiso para sentir rabia o tristeza. No reprimas el dolor. Sin embargo, establece un tiempo limitado para "lamentarte" cada día (ej. 30 minutos por la mañana). Fuera de ese tiempo, redirige tu energía hacia la acción.
2. Separa tu Valor de tu Título
Redefinición de Identidad: El trabajo es algo que haces, no algo que eres. Haz una lista de 5 logros o cualidades que posees y que no tienen nada que ver con tu empleo (ej. buen amigo, padre amoroso, creativo, resiliente). Repasa esta lista cada vez que el pensamiento "Soy un inútil" aparezca. Tu valor es intrínseco.

3. Estructura tu Día (El Trabajo Ahora es Buscar Trabajo)
Rutina y Control: El caos del desempleo se combate con estructura. Crea un horario diario que simule una jornada laboral: hora fija para levantarse, hacer ejercicio , dedicar tiempo a la búsqueda, y tiempo de ocio obligatorio. Esto reduce la ansiedad por la incertidumbre.
4. Cuestiona la Voz Crítica (Pensamiento Racional)
Detención de Pensamiento: Cuando te sorprendas con pensamientos negativos ("Nadie me va a contratar"), detente y pregúntale: "¿Qué evidencia tengo de que eso sea cierto?" Reemplaza el pensamiento irracional con uno basado en hechos: "Tengo experiencia, puedo aprender cosas nuevas, y cada 'no' me acerca a un 'sí'."
5. Prioriza el Cuidado Físico y la Red de Apoyo
Resiliencia Biológica: El estrés se gestiona con el cuerpo. Asegúrate de dormir 7-8 horas, moverte (el ejercicio libera tensión) y comer bien. Además, pide ayuda. Contacta a tu red de apoyo (amigos, familiares) y sé sincero sobre tu situación. No estás pidiendo dinero; estás pidiendo sostén emocional.
Si el sentimiento de desesperanza es abrumador, o si los síntomas afectan seriamente tu vida diaria, es el momento de buscar a un especialista. Un tanatólogo puede ofrecerte las herramientas necesarias para transitar este duelo y recuperar tu bienestar mental. Inicia tu proceso de sanación hoy.
Si tú o un ser querido experimentan cambios de ánimo extremos que afectan su vida, buscar una evaluación profesional es el paso más importante. Da click aquí para programar una sesión.
