Ataque de Ansiedad vs. Ataque de Pánico: 5 Diferencias Clave para Entender y Actuar
¿Pánico o ansiedad? Tu cuerpo tiene la respuesta. Descubre 5 claves para entender la tormenta emocional y recuperar la calma.
Escrito por
Azucena Uribe
Publicado el
agosto 20, 2025
En un mundo lleno de presiones y retos, es cada vez más común sentir que nuestras emociones nos desbordan. El estrés crónico puede manifestarse de formas abrumadoras, y a menudo escuchamos hablar indistintamente de "ataques de ansiedad" y "ataques de pánico". Aunque ambos se sienten como una tormenta emocional que nos sacude por completo, no son lo mismo. Entender sus diferencias es fundamental para saber qué estamos sintiendo y, sobre todo, cómo podemos pedir la ayuda adecuada.
Como especialista en salud mental y tanatología, sé que reconocer estas distinciones es el primer paso hacia la calma. No se trata de un simple dato, sino de una herramienta para validar tu experiencia y saber qué camino seguir hacia tu bienestar.
Las 5 Diferencias Clave entre un Ataque de Ansiedad y un Ataque de Pánico
El artículo deNueva Mujeracierta al destacar la importancia de diferenciar estas experiencias. Aquí profundizamos en 5 puntos que te ayudarán a entender mejor lo que sucede en tu cuerpo y mente:
Origen y Desencadenante:
Ataque de Ansiedad: Suele estar ligado a un desencadenante o un factor de estrés específico. Puede ser una situación estresante (una fecha límite, una confrontación) que te genera un malestar que se va acumulando. Los síntomas crecen gradualmente.
Ataque de Pánico: Es como una explosión inesperada. A menudo, ocurre "de la nada", sin un desencadenante claro. Es una reacción abrupta y aguda del cuerpo ante una amenaza que solo existe en la mente, lo que lo hace particularmente aterrador.
Intensidad y Duración:
Ataque de Ansiedad: Los síntomas pueden ser incómodos (tensión, inquietud, taquicardia leve), pero son menos intensos y pueden durar horas o incluso días. La sensación es más de preocupación constante que de terror.
Ataque de Pánico: Es una experiencia máxima. Los síntomas son intensos, súbitos y alcanzan su pico en cuestión de minutos (generalmente menos de 10). La sensación es de terror, de que algo terrible va a pasar: un infarto, un colapso, o la pérdida de control.
Síntomas:
Ataque de Ansiedad: Los síntomas son más generales y mentales: preocupación, irritabilidad, insomnio, nerviosismo, tensión muscular.
Ataque de Pánico: Los síntomas son más físicos y dramáticos: palpitaciones intensas, dificultad para respirar, dolor en el pecho, mareo, sensación de irrealidad (desrealización), escalofríos, sudoración y la sensación inminente de muerte.
Nivel de Miedo:
Ataque de Ansiedad: Se experimenta una sensación de temor y preocupación sobre un evento futuro. El miedo es persistente, pero no suele ser incapacitante.
Ataque de Pánico: El miedo es un terror absoluto, una respuesta de "lucha o huida" desproporcionada. La mente cree que está en peligro de muerte inminente, lo que provoca la cascada de síntomas físicos.
Cierre y Recuperación:
Ataque de Ansiedad: La sensación de malestar disminuye una vez que el factor estresante desaparece o se gestiona. El cuerpo vuelve gradualmente a la normalidad.
Ataque de Pánico:La recuperación suele ser rápida una vez que los síntomas máximos pasan. Sin embargo, puede dejar a la persona agotada, asustada y con miedo a que se repita. Este miedo puede generar más ansiedad y, a la larga, otro ataque.
La Importancia de un Acompañamiento Profesional
Si bien entender las diferencias es un primer paso poderoso, es crucial reconocer que ni la ansiedad crónica ni los ataques de pánico deben ser sufridos en silencio. La terapia psicológica ofrece herramientas efectivas para entender las raíces de estas experiencias y para aprender a gestionarlas.
Identificación de Patrones: Un especialista te ayudará a identificar los desencadenantes, los pensamientos negativos o los patrones de comportamiento que contribuyen a tus síntomas.
Técnicas de Regulación: Aprenderás a usar herramientas de respiración, mindfulness y otras estrategias para calmar tu sistema nervioso y detener la escalada de la ansiedad.
Abordaje Integral: En la tanatología, comprendemos que la ansiedad puede estar ligada a procesos de duelo o pérdidas no resueltas (de una persona, de un empleo, de una etapa de vida). Abordar estas pérdidas es fundamental para sanar la raíz de la angustia.
No minimices lo que sientes. Si experimentas estos ataques de forma recurrente, es una señal de que tu cuerpo y tu mente te están pidiendo ayuda.
Buscar apoyo profesional no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía y un compromiso con tu propio bienestar. Para mayor información puedes dar click aquí.