¿Es adecuado ponerle ofrenda a un familiar recién fallecido?

Cuando perdemos a un ser querido, una de las dudas más comunes es si debemos o no colocar una ofrenda. La realidad es que no existe una respuesta única ni universal. Colocar una ofrenda no es una obligación, sino una decisión personal, cargada de significado, simbolismo y amor.

Una ofrenda no solo es un altar con flores, velas o comida; es un acto simbólico de amor y memoria. Al prepararla, le decimos a nuestro ser querido: “sigues presente en mi vida, aunque físicamente ya no estés”.

En México, el Día de Muertos es un momento especial donde las familias preparan altares con flores, velas, fotografías, comida, bebida y objetos significativos para recordar a quienes partieron. Sin embargo, más allá de la tradición, la ofrenda tiene un valor profundo: es un ritual de amor, memoria y conexión emocional.

¿Cuáles son algunos beneficios emocionales para colocar una ofrenda?

• Brinda un espacio para recordar y honrar a la persona fallecida.
• Nos conecta con los recuerdos y la historia compartida.
• Ayuda a canalizar el duelo a través de un ritual significativo.
• Refuerza el vínculo emocional y espiritual.

Elementos esenciales

• Fotografía del difunto: Para dedicar el altar a la persona que se honra.
• Veladoras o cirios: Representan la luz y la fe que guía a las almas a casa.
• Flor de cempasúchil: Su color y aroma atraen y guían a las almas hacia la ofrenda.
• Agua: Para calmar la sed de los difuntos después de su largo viaje.
• Sal: Se utiliza para purificar y ayudar en el tránsito del alma.
• Pan de muerto: Símbolo de fraternidad, representa el cuerpo de Cristo o el pan de vida.
• Calaveritas: Pueden ser de azúcar, chocolate o amaranto y representan a los fieles difuntos.
• Copal o incienso: Se usa para purificar el ambiente y alejar a los malos espíritus.
• Papel picado: Representa el aire y su movimiento anuncia la llegada de los difuntos. 

No es obligatorio poner una ofrenda, pero si lo haces desde el amor, puede convertirse en un gesto de sanación y de encuentro contigo mismo y con tu memoria.