Los cambios propios del otoño pueden impactar en el estado de ánimo, influyendo en el bienestar emocional y en la rutina diaria.
Los cambios propios del otoño pueden impactar en el estado de ánimo, influyendo en el bienestar emocional y en la rutina diaria.
Sandra Lozano
noviembre 14, 2025
El otoño marca una transición no solo en el clima, es normal ver como los días se acortan, la luz cambia, las hojas caen y aunque la naturaleza se prepara para el descanso, muchas personas comienzan a sentir una cierta melancolía emocional. No es casualidad: esta estación, asociada al cierre y la transformación, también puede influir en nuestro estado de ánimo y bienestar mental.
Durante el otoño, disminuye la exposición a la luz solar, lo que reduce la producción de serotonina, la llamada “hormona del bienestar” y puede generar tristeza, apatía o falta de energía.
En algunos casos, incluso puede aparecer lo que se conoce como trastorno afectivo estacional, un tipo de depresión relacionada con los cambios de estación.

El otoño como recordatorio
Así como los árboles sueltan sus hojas, nosotros también necesitamos soltar lo que ya no nos nutre.
El otoño nos enseña que hay belleza en dejar ir, que los finales también son parte del ciclo natural de la vida. Y que, tras cada caída, siempre hay un renacer esperando su turno.
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